Los científicos encuentran la “fuente física” de la depresión

¿Y si las probabilidades de padecer una depresión estuvieran determinadas por factores internos? Según un estudio reciente, es posible que haya diferentes conectividades cerebrales que propicien este estado.
Un avance científico puede haber encontrado la fuente física de la depresión en el cerebro.

El descubrimiento podría originar teorías que puedan cambiar la forma de tratar y percibir la enfermedad mental. Esto sería un gran paso en la comprensión de la causa física de la depresión.

Investigaciones de la Universidad de Warwick en el Reino Unido y la Universidad de Fudan en China han demostrado que la depresión afecta la corteza orbitofrontal lateral.

Esta parte del cerebro se activa al sufrir castigo o cuando no se reciben recompensas. Por ello se cree que la depresión podría estar asociada con la sensación de no recibir la recompensa.

Un importante estudio contra la depresión
La profesora Feng, autora del estudio, ha dicho:

“Al menos una de cada diez personas sufre de depresión a lo largo de su vida, una enfermedad que es tan común en la sociedad moderna que incluso podemos encontrar restos de Prozac (un antidepresivo) en el agua del grifo de Londres”.

“Nuestro hallazgo, con la combinación de grandes datos de todo el mundo y nuestros nuevos métodos, nos permite localizar las raíces de la depresión.

Esto debe abrir nuevos caminos para hallar mejores tratamientos terapéuticos en un futuro cercano y así poder tratar esta horrible enfermedad”.

Datos del estudio

Los investigadores obtuvieron conclusiones importantes después de escanear los cerebros de 909 personas en China con una resonancia magnética de alta precisión.

De estos pacientes, 421 fueron diagnosticados con depresión mayor, mientras que los restantes 488 fueron sujetos de control.

Con esta técnica se demostró la actividad de las conexiones entre las distintas partes del cerebro humano afectado por la depresión, es decir, la corteza orbitofrontal media y lateral.

La corteza orbitofrontal lateral, asociada a no recompensa, mostró una conectividad más fuerte en el grupo depresivo.

Los descubrimientos sobre la forma en que la depresión se relaciona con diversas conectividades funcionales de la corteza orbitofrontal serán de gran utilidad a la hora de elaborar nuevos tratamientos.


Las raíces de la depresión

Esta importante investigación ha ido demostrando que esta parte del cerebro, la corteza orbitofrontal, se activa cuando se sufre un castigo importante, o no se obtiene la recompensa deseada.

Por esto se cree que la depresión estaría asociada a estas percepciones.

El descubrimiento podría conducir a probar nuevos caminos en la forma en que tratamos y percibimos la enfermedad mental.

Al mismo tiempo, se están dando importantes pasos para comprender la causa física de la 
depresión.

Factores que inciden en la depresión
No hay una causa única para la depresión. Hay personas con más probabilidades de tener depresión que otras.

Así, hay diferentes razones que intentan explicar esta predisposición:

-La herencia. Hay un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad. Por tanto, se puede haber heredado una predisposición biológica.

-Factores bioquímicos. Se ha probado que la bioquímica del cerebro desempeña un papel muy importante en los trastornos depresivos.

Las personas con depresión grave suelen tener desequilibrios de ciertas sustancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores.

También es cierto que los patrones del sueño suelen ser diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos.

La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo.

-La incidencia en la depresión de situaciones estresantes. El fallecimiento de un familiar muy cercano, de un amigo, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, un divorcio, etc.

Todas estas pueden ser causas de episodios de depresión, y sostenidos a lo largo del tiempo, pueden desencadenar en una depresión clínica.

-Trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés) y estacionalidad. Se ha demostrado que hay personas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos.

Una explicación puede ser que la disminución de horas de luz afecte el equilibrio de ciertos compuestos químicos en el cerebro, originando los síntomas de depresión.

Personalidad: Las personas que tienen esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión.

En apariencia, los patrones de pensamiento negativo suelen establecerse en la niñez o adolescencia y van conformando a lo largo del tiempo una personalidad depresiva.


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