Creo que una de las mejores maneras
de disfrutar la vida es apreciar cada etapa, estar presente en el aquí y
el ahora, de ello depende que nuestra atención esté enfocada en lo que
necesitamos, eso nos hará vivir de una manera distinta el maravilloso proceso
del parto.
Hay varias señales que indican el
inicio del parto. Una de ellas es que en el cuello del útero se aprecia una
dilatación de entre tres y cuatro centímetros, y la otra es cuando el
cuello del útero se acorta más del 50%, algo que también ocurre cuando
presentas entre dos y tres contracciones de media o alta intensidad cada 10
minutos.
Con anterioridad a este inicio, te
encontrarás en la fase llamada de “Pródromos”. Esta fase
se caracteriza porque aparecen las contracciones, pero no son rítmicas y
tampoco dolorosas, o muy poco.
El reposo ayuda a que cedan. La duración es muy variable,
desde unas horas hasta varios días.
Pero además hay unas
primeras señales del parto que motivan a acudir al hospital:
Aparición de contracciones
uterinas rítmicas progresivas e intensas, al menos una cada 5 minutos, en un
periodo de al menos una hora, y que no ceden con el reposo.
Rotura de la bolsa de las
aguas. En el caso de que se rompa la bolsa, la madre tendrá la sensación de
haberse hecho pipí de manera involuntaria, y es necesario acudir al hospital,
aunque no tengas contracciones.
Es muy importante en estos casos
observar la cantidad y las características de las aguas. Su color normal es
transparente, como el agua.
En el caso de que sean de color
verde, esto puede evidenciar signos de pérdida del bienestar fetal y es preciso consultar con
urgencia al centro hospitalario.
Pérdidas por vía vaginal.
Puede ser normal que salga sangre,
pero en una cantidad escasa, siempre inferior a la que se expulsa durante una
regla. Es lo que se conoce como “manchado” o “señalarse”.
En caso de que la hemorragia
sea como la regla o en mayor cantidad, es preciso acudir al hospital
urgentemente.
Antes de ver la carita de tu bebé, de
sentirlo, de tenerlo en tus brazos, de amamantarlo es preciso experimentar
varios procesos. Previo al tan esperado día, es necesario prepararse,
actualmente las maternidades suelen admitir los deseos de los padres en cuanto
a la forma de “vivir” el nacimiento de un hijo.
Algunas incluso disponen de lo que se
llama un “Plan de parto y nacimiento”. Este es un documento que se
elabora con anterioridad, y en él se expone qué tipo de atención quiere recibir
la madre.
La Asociación Española de Pediatría
explica que, si no elaboraste tu plan de parto, los profesionales que te
atiendan te podrán ofrecer toda la información necesaria para que
conozcas cuáles son los procedimientos más habituales que se dan en el hospital
y cuáles son los recursos humanos y materiales con los que puedes contar.
Las maravillosas fases
A continuación, voy a detallar las
fases de un parto natural. Esta descripción está basada en un documento
elaborado y difundido por profesionales de la Asociación Española de Pediatría, quienes
ofrecen consejos y explicaciones en la Guía Práctica para Padres.
Período
de dilatación.
Los pródromos como fase previa al
inicio del parto, pero la primera fase del parto es la de dilatación.
Su duración puede alcanzar las 10
horas en una mujer que ya ha tenido algún parto y las 15
horas en una mujer que pare por primera vez.
Normalmente es la fase más larga y en
ella se producen diversos cambios de adaptación, tanto
en la madre como en el bebé, para facilitar el nacimiento.
Una vez iniciada esta fase, el parto
ya no suele detenerse, salvo que haya algún problema en la evolución del
mismo.
Notarás contracciones rítmicas,
intensas, normalmente dolorosas y que no ceden, aunque se esté en reposo. Estas
pueden variar de dos a cuatro (o incluso cinco) contracciones cada 10 minutos.
En el periodo de dilatación se siguen varios pasos, según la frecuencia
de las contracciones
Período
expulsivo
Una vez alcanzada la dilatación
completa, esto es, los 10 cm, se pasa a la siguiente etapa, la expulsión. Este
período concluirá con el nacimiento.
Características
del nacimiento o expulsión:
• Duración: el período de expulsión en una madre primípara puede
llegar a las dos horas de duración y a una en las multíparas.
Pero hay que tener en cuenta
que una vez aplicada la analgesia epidural, esta fase se puede prolongar más.
• Las contracciones serán
rítmicas y más intensas, pudiendo disminuir algo la frecuencia.
• Aparecerán los pujos.
El pujo es una sensación de presión
en la zona vaginal y rectal que invita a empujar; puede
ser un signo de que la dilatación se ha completado y del descenso de la cabeza
fetal a través del canal del parto.
Con la analgesia epidural esta
sensación puede no sentirse o ser mucho menor. Se
recomiendan los pujos espontáneos cuando hay contracción.
También se utilizan los pujos
dirigidos: en este caso un especialista es quien te dirá cuándo
y cuánto empujar.
Después de unos minutos, seguramente
podrás tener a tu bebé en los brazos y comenzar otra etapa, la de cuidarlo y criarlo.
Este artículo fue realizado
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