Más
allá de seguir una dieta adecuada, si queremos bajar de peso es fundamental que
nos mantengamos también bien hidratados y que no descuidemos las horas de sueño
necesarias.
Las personas con sobrepeso y obesidad están en la búsqueda constante de métodos para perder peso, no solo preocupados por el aspecto de su
figura sino porque entienden que es necesario para su bienestar.
En este sentido, está comprobado que una buena alimentación y una
continua rutina de ejercicio son esenciales para lograr el objetivo.
Sin embargo, no son los únicos esfuerzos que se deben realizar, ya que hay muchos otros factores que influyen en la pérdida o
aumento de peso.
Esto explica por qué algunos no logran alcanzar su peso ideal, a pesar
de mantener una alimentación sana y controlada en calorías.
Si te sientes identificado con lo anterior, no dejes de conocer las 8 razones
que podrían explicarlo.
¡Descúbrelas!
Olvidas ingerir agua
La mayoría de los nutricionistas recomiendan consumir
de 6 a 8 vasos de agua al día como complemento de una alimentación saludable.
Este valioso líquido es esencial para hidratar el cuerpo y apoyar el
funcionamiento de sus sistemas más importantes.
Su consumo diario apoya los procesos de desintoxicación y, a su vez, contribuye a controlar la ansiedad por la comida.
Solo haces ejercicio cardiovascular
Es cierto que los
ejercicios cardiovasculares tienen muchos beneficios para aquellos que están tratando de quemar
grasa rápidamente.
No obstante, limitar la rutina de entrenamiento con esta variedad de
actividades puede convertirse en un impedimento para alcanzar el peso deseado.
Los entrenadores profesionales aconsejan combinar
cardio con ejercicios de fuerza para conseguir mejores resultados en menos tiempo.
Te excedes en las porciones
Por más
saludables que sean los alimentos es importante entender que contienen calorías y, por lo tanto, su consumo excesivo también
puede engordar.
Los frutos secos, el aceite de oliva y el chocolate son algunos ejemplos
de las comidas saludables que deben ingerirse en pequeñas porciones.
No duermes lo suficiente
Las personas que tienen dificultades para alcanzar un sueño reparador
tienden a engordar con más facilidad en comparación de aquellas que duermen bien.
Los
trastornos del sueño influyen en el ritmo del metabolismo y en la actividad de las hormonas del hambre
como la leptina y la grelina.
La leptina es aquella que se encarga de enviar señales al cerebro para
que deje de comer, mientras que la grelina es la que le estimula el hambre.
Quienes padecen insomnio o duermen menos de lo adecuado tienen bajos
niveles de leptina y un incremento en los de grelina.
Esto quiere decir que tienden a comer más y, por ende, su peso es mayor
de lo adecuado.
Para solucionarlo se recomienda mantener una rutina de sueño con, por lo
menos, 8 horas de descanso sin interrupciones.
Trabajas sentado todo el día
El estilo de vida moderno y la tecnología han llevado a muchas personas
a permanecer sentados la mayor parte del día.
El tener que trabajar por horas continuas frente a la computadora o
cualquier otro dispositivo ha
aumentado de forma considerable el sedentarismo.
Para que esto no cause problemas en el metabolismo y el peso es
primordial tomar descansos varias veces al día y, en lo posible, hacer una
caminata corta o ejercicios.
Tienes un problema hormonal
Los problemas hormonales son una de las causas más habituales de las
dificultades para perder peso.
Si bien muchos lo ignoran, hay
algunas hormonas que influyen en la actividad del metabolismo y otros procesos vitales para mantener un
peso equilibrado.
Trastornos hormonales como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario
poliquístico (SOP) y la resistencia a la insulina son algunos de los que
impiden adelgazar.
Es
primordial consultar con el médico sobre estos problemas, ya que suelen necesitar un control y
tratamiento para mitigar sus síntomas.
Además, de confirmarse alguno, es conveniente mejorar la alimentación y
medir el número de calorías.
Te mantienes estresado
Llevar un estilo de vida sometido continuamente al estrés tiene mucho
que ver con los problemas para mantener un peso saludable.
El
estrés incrementa los niveles de una hormona llamada cortisol que, además de afectar el bienestar
emocional, aumenta el apetito y la tendencia a consumir más calorías.
Consumes muchas bebidas azucaradas
Los refrescos y gaseosas que venden en el mercado nunca podrán remplazar el agua y los jugos naturales, ya que no aportan nutrientes y contienen
demasiada azúcar.
Aunque la mayoría de los consumidores lo ignoran, estas bebidas no
hidratan el cuerpo y contienen calorías en exceso.
¿Identificado? Como lo acabas de ver, hay
muchas otras cosas que pueden impedirte lograr un peso estable y sano.
Procura tomar todas las medidas necesarias y ten presente que debes
aplicarlas junto con tu dieta y plan de ejercicios.
Este
artículo fue realizado gracias a mejorconsalud.com Si
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