Aunque a través de la publicidad nos
intenten convencer de que las opciones light son más ligeras y sanas, lo cierto
es que lo mejor siempre serán las alternativas caseras.
En las últimas décadas la
industria alimentaria nos ha hecho creer que los alimentos
“bajos en grasa” o “light” son una buena opción para llevar una dieta saludable
y controlada en calorías.
Si bien en cierto que estos
productos hacen un aporte calórico menor que sus versiones normales, en
realidad no todos son tan buenos como parecen.
Mientras que las frutas y
los vegetales son naturalmente bajos en grasa, los procesados contienen azúcares,
añadidos químicos y una amplia variedad de sustancias que
pueden resultar perjudiciales.
Además, dado que muchos
piensan que se pueden comer de forma excesiva, pueden convertirse en enemigos potenciales
del peso y la salud.
Por estas razones, es muy importante saber identificarlos y, asimismo, disminuir o evitar
su consumo habitual.
A continuación, te
compartimos los 7 más comunes para que los tengas en cuenta desde ahora.
Cereales
para el desayuno
En sus etiquetas suele
destacar propiedades saludables como “contiene granos enteros” o “es rico en
fibra”.
No obstante, aunque así sea,
se trata de un alimento lleno de azúcares
refinados o jarabe de maíz rico en fructosa que, como algunos ya lo
saben, pueden ocasionar graves trastornos metabólicos.
Su consumo habitual, en
especial en una comida tan importante como el desayuno, puede provocar obesidad, enfermedades del sistema cardiovascular y
diabetes tipo 2.
2.
Yogur bajo en grasa
El yogur se reconoce en todo
el mundo como uno de los alimentos más saludables que se pueden añadir en la
dieta.
Pese a esto, muchas de las
presentaciones que venden en el mercado carecen de beneficios y pueden
resultar dañinas para el cuerpo.
Los etiquetados como “light”
o “bajos en grasas” y que, además, tienen sabores añadidos, son presentaciones
poco nutritivas que suelen contener azúcares y conservantes químicos.
3.
Mantequilla de maní baja en grasa
Está comprobado que la mantequilla
de maní tiene beneficios para el control del apetito y el peso corporal, dado
que es saciante y contiene ácidos grasos esenciales.
Su ingesta regular
contribuye a controlar los niveles de colesterol alto y previene el desarrollo
de enfermedades cardiovasculares.
El problema es que las
presentaciones que dicen ser bajas en grasa suelen contener jarabe
de maíz y otros compuestos químicos dañinos.
Por lo tanto, para no dejar
de disfrutar sus propiedades lo más conveniente es consumir la receta casera y natural,
que es mucho más saludable.
4.
Barras de cereal
Las barras de cereal se han
posicionado como uno de los aperitivos más consumidos en todo el mundo.
Esto dado que muchas compañías aseguran que son una alternativa saludable para calmar el hambre en los
momentos de ansiedad.
Lo cierto de todo es que
muchas contienen azúcares refinados, pocas proteínas y muchos añadidos
conservantes que no son para nada saludables.
Si bien de momento frenan el
deseo de comer, su bajo aporte de fibra y proteína hace que la sensación de hambre
reaparezca en poco tiempo.
5.
Aderezos para ensaladas
Los aderezos para las
ensaladas son un complemento perfecto para mejorar el sabor de los vegetales
crudos.
Aunque las recetas caseras
son la mejor alternativa, muchos prefieren las opciones “light”
que venden en el mercado porque piensan que son la alternativa más sana.
Lo cierto es que estas
contienen grasas saturadas y pocos nutrientes de alto valor, lo cual puede
influir en el desarrollo de trastornos del metabolismo.
Mientras que las opciones
naturales aportan vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, las salsas industriales contienen azúcares, conservantes y pocos
nutrientes.
6.
Smoothies o bebidas con sabor a café
Los smoothies o bebidas comerciales con sabor a café contienen muchos azúcares refinados y
compuestos grasos que no son saludables.
Aunque las recetas naturales
son una fuente de antioxidantes y nutrientes, los que vienen envasados suelen
contener jarabe de fructosa y una alta concentración de calorías
que ayudan a ganar peso.
Además, muchos de sus
añadidos son adictivos, lo cual conduce a su ingesta diaria y excesiva.
7.
Cremas para untar light
La margarina, el queso y
otras cremas para untar bajas en grasa no son la mejor opción para disfrutar
los sándwiches y recetas similares.
Estos son alimentos
procesados que, además de grasas saturadas, contienen azúcar, químicos y
demasiadas calorías en comparación con las recetas caseras.
Incluirlas en la dieta
aumenta la sensación de hambre y el riesgo de sobrepeso y obesidad.
En conclusión, aunque sus
etiquetas y la publicidad les den una apariencia saludable, ingerir estos alimentos de forma excesiva puede resultar perjudicial.
Procura elegir siempre las
recetas naturales para disfrutar de las bondades de los ingredientes orgánicos.
Este artículo fue realizado
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