Antes de utilizar el aloe vero para
combatir la diabetes es conveniente que, si estamos siguiendo algún
tratamiento, consultemos con el especialista por si hubiera alguna
contraindicación.
El aloe vero es un remedio natural
que se ha ganado su buena fama desde hace tiempo para aliviar distintas dolencias. Hoy
te contamos cómo debes utilizarlo para que resulte efectivo para tratar la
diabetes.
Distintos estudios
realizados –en humanos y animales– han demostrado que esta planta permite reducir los niveles de glucosa en sangre en
apenas dos meses.
Y los resultados se ven
tanto en pacientes que no dependen de la aplicación de insulina como en
aquellos que son insulinodependientes.
Además, usado externamente,
el aloe resulta beneficioso para cuidar la piel y evitar las consecuencias del
llamado pie diabético.
De todas formas, recuerda
que, si padeces esta enfermedad, debes también cumplir con una dieta adecuada y
realizar ejercicio físico.
Y no dejes de consultar a tu
médico especialista de confianza ante cualquier duda y antes de probar
cualquier tratamiento alternativo para que lo supervise.
Por qué el aloe vero es bueno para combatir el
exceso de azúcar en sangre
La planta de aloe vera
contiene diversas sustancias que contribuyen a mejorar la salud de las personas
con diabetes.
Con su consumo habitual se
reducen los niveles de glucosa en sangre, a la vez que se controlan los picos
de azúcar que un paciente diabético puede tener a lo largo del día.
-La emodina es el principio
activo del aloe vera y tiene propiedades hipoglucemiantes.
-También aporta dos tipos de
fibra –mucílago y glucomanano– que, aparte de provocar saciedad, ayudan a
regular la absorción del azúcar.
-A su vez, es rico en
fructosa, que es una forma de azúcar presente en los vegetales y que se absorbe
de forma lenta. De esta manera se evitan las hiperglucemias.
Una planta que aporta minerales para regular los
niveles de glucosa
El aloe vero, además, es una
planta que contiene minerales que benefician a las personas con diabetes. Entre
ellos destacan:
-Cromo, que tiende a
normalizar los niveles de azúcar en sangre, además de contribuir a la
generación de insulina.
-Manganeso, que es de
importancia vital en la producción de insulina natural.
-Magnesio, del cual los
pacientes diabéticos presentan valores bajos.
Cómo consumir correctamente aloe vero para tratar
la diabetes
Para que el aloe vero
resulte efectivo en el tratamiento contra la diabetes, hay que asegurarse de que sea lo más puro posible.
Por eso, siempre es mejor
utilizar directamente la planta antes que comprar productos que hayan sido
elaborados con esta sustancia.
Si tienes un jardín, genial.
Si no, no te desanimes. Un balcón o una ventana siempre son útiles para
albergar una maceta.
La dosis recomendada es de dos
cucharadas por día (30 g) del gel que contiene la hoja de aloe vera.
De esta manera se logran reducir
los niveles de azúcar en sangre hasta un 50 por ciento en dos meses.
Si tienes la suerte de
contar con la hoja fresca de aloe, solo tienes que lavarla bien y extraer la
cantidad del gel que necesites consumir. Luego, envuelve la hoja en un film y guárdala
en la nevera.
Tratamiento para el pie diabético con aloe vera
Más allá de los grandes
beneficios que su uso interno aporta a las personas con diabetes, el aloe vero es un aliado fundamental para tratar problemas como el pie
diabético.
Esta enfermedad puede
provocar la pérdida de sensibilidad en los pies por el daño que se produce en
los nervios.
Entonces, el diabético puede
no percibir que se ha lastimado y no nota cortaduras, una ampolla o una llaga.
Si no son tratadas a tiempo, estas lesiones suelen provocar úlceras e
infecciones.
Sin embargo, si el paciente
tiene la constancia de aplicarse a diario gel de aloe vera en sus pies, reducirá notablemente el riesgo de padecer esta condición.
Entre los beneficios de
utilizar el gel de aloe vera en esta zona del cuerpo tan sensible para el
diabético, podemos señalar:
-Mantiene la piel hidratada.
-Favorece la cicatrización.
-Calma el dolor.
-Previene la aparición de
grietas.
El aloe debe aplicarse con
un masaje suave. Debemos evitar que se introduzca
entre los dedos ya que, si esa zona permanece húmeda, es posible que
aparezcan hongos.
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