Muchas veces cuando pensamos en
adelgazar lo primero que nos viene a la cabeza es quemar grasas y perder
calorías, para conseguirlo es necesario acelerar el metabolismo. Pero no todo
vale: estos son los consejos que les dejo.
El agua es una de las posibilidades más natural y asequible
para todo el mundo para aumentar el metabolismo del cuerpo. Si queremos perder esa grasa de más hay que
empezar a mentalizarse en beber de 6 a o 8 vasos de agua cada día. Además,
también desempeña una función desintoxicante, ya que elimina toxinas peligrosas
presentes en nuestro cuerpo.
Luego no puede faltar en nuestro día a día el té verde.
Contiene grandes cantidades de catequinas, una
sustancia química que acelera el metabolismo. Un estudio ha
demostrado que las personas que han tomado extracto de té verde tres veces al
día han aumentado la tasa metabólica en un 4%, es decir, han perdido 60
calorías diarias extra comparado con los que no toman té verde.
El alcohol es un peligro por muchos motivos, y tampoco nos
conviene para nuestro peso. Se debe
evitar para quemar el exceso de grasa porque el alcohol ralentiza el
metabolismo deprimiendo el sistema nervioso central. Si, además, se
combina con una comida rica en calorías y alta en grasas favorece el
almacenamiento de grasa en las zonas más delicadas, como las piernas, el estómago,
las caderas y las nalgas.
¿Quieres quemar grasa y calorías de manera rápida? Nada es
más eficaz que el ejercicio. Es algo proporcional, dentro de unos límites.
Simple, ¿no? El entrenamiento diario puede ser beneficioso en muchos aspectos para nuestro
cuerpo. Fortalece y tonifica los músculos, y además lo protege
frente el colesterol, presión arterial alta o la vejez.
Además, no es necesario “matarse” en el gimnasio, basta con correr o caminar, ir en bicicleta, hacer
varias piscinas, practicar ejercicio en casa… Y lo mejor es empezar
de menos a más. Es decir, intensificar día a día los esfuerzos en los
ejercicios. Debemos tratar de dividir el
entrenamiento en dos sesiones cortas de 20 minutos. Se necesitan de 30 a 45 minutos
de entrenamiento cada día.
El objetivo es llegar a quemar 500
calorías adicionales al día, así que tendremos que tratar de ser constantes.
¡Nunca nos debemos saltar el
desayuno! Los estudios demuestran que el desayuno juega un papel clave en el
mantenimiento de una pérdida de peso que sea eficaz. El 80% de las personas que logran
realizar con éxito una dieta para perder peso desayunan a diario sin saltarse
nunca esta comida. El desayuno debe contener unas 300-400 calorías.
Por ejemplo,
podemos optar por una buena taza de leche descremada, fruta y cereales.
La fruta y la verdura deben de ser
una prioridad en la mesa
si queremos quemar grasa y además mantenerlo en el tiempo. Son ricas en agua,
sales minerales y vitaminas y, además, estimulan de un modo decisivo la pérdida
de peso. Además, nos fortalecen el corazón y los músculos y eso hace que nos
sintamos bien.
Una
nutrición adecuada es esencial para poder quemar grasas.
Sería bueno evitar
los snacks altos en calorías que puedan tentarnos durante el día.
Optar por
una alimentación más sana y natural, cada vez que nos entre hambre nos
garantizará una mejor dieta.
No debemos permanecer más de cuatro
horas sin comer. Cinco comidas
al día son preferibles a tres demasiado abundantes. Siempre es mejor optar por
porciones pequeñas, porque comer en exceso puede causar estrés a los riñones y
puede forzar al cuerpo a acumular más grasa, especialmente en áreas críticas
como el vientre, las nalgas y las caderas.
Los minerales son de gran ayuda para
quemar grasa. Una cantidad
adecuada de hierro en la dieta es indispensable. Si los niveles de este mineral
son bajos, nuestro cuerpo no puede proporcionar la cantidad adecuada de oxígeno
a las células, y por lo tanto el metabolismo se ralentizará.
Si existe la sospecha que tengamos un metabolismo lento puede ser debido a problemas de
tiroides. Por ejemplo, el hipotiroidismo puede causar una
incapacidad para perder peso. Deberemos acudir al médico para que nos
diagnostique mediante un análisis de sangre.
El calcio nunca debe faltar en una
dieta para quemar grasa. Funciona
como una especie de interruptor que indica al cuerpo cuándo y cómo quemar
calorías. De hecho, lo aconsejable es aportar aproximadamente 1200mg de calcio
al día.
Luego, aunque parezca contradictorio, comer mucho pescado tampoco es bueno. Es
decir, aquello que comen pescado regularmente tienden a tener niveles mucho más
bajos de la hormona leptina y se asocia con síntomas tales como la obesidad y
el bajo metabolismo. Por lo tanto, se recomienda 3-4 porciones de pescado a la
semana.
Reducir los almidones es una opción
útil para quemar grasa. Los
llamados hidratos de carbono refinados como el pan, las patatas y el arroz,
provocan un aumento en los niveles de insulina en sangre, una hormona que
disminuye la tasa metabólica, especialmente cuando se está en reposo. Los
hidratos de carbono son muy importantes en una dieta, pero sin pasarnos.
El consumo de plátanos ayuda a quemar
grasas. Los plátanos
son unas excelentes reservas de potasio que aumenta el metabolismo, regulando
el equilibrio hídrico del cuerpo. hay que recordar que se queman menos grasas
si estamos deshidratados.
El estrés no ayuda a quemar grasa. El estrés puede jugar una mala pasada en
el peso, especialmente, en la grasa abdominal. Cuando estamos estresados
secretamos hormonas como el cortisol que estimulan en gran medida el apetito,
disminuyen el metabolismo y estimulan el almacenamiento de grasa en el abdomen.
Por lo tanto, si notamos estrés debemos intentar reducirlo por ejemplo
dedicando un poco de tiempo para escuchar música relajante o practicar yoga.
Aunque sí es cierto que debemos hacer ejercicio a diario no
tenemos que estar todo el día activo. Es más, ¡el descanso es importante! Además del
estrés, el sueño también puede hacer que aumentemos de peso. Pocas horas de
sueño pueden causar incrementos en la insulina y el nivel de cortisol. Deberíamos
dormir entre 6 y 8 horas cada noche.
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Fuente: este post proviene de Infografías de Salud, donde puedes consultar el contenido original.
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