Este tipo de alimentación se
basa en la premisa de que, para estar sanos, el cuerpo debe estar limpio y
equilibrado.
Conoce más sobre ella en el
siguiente artículo.
Dieta alcalina de
desintoxicación
Desde hace varios años se
habla mucho sobre la dieta alcalina, una manera de desintoxicar el cuerpo y
eliminar todo aquello que enferma.
No obstante, no se trata de
una moda o de algo del siglo XXI, ya que los primeros estudios sobre ella datan
de 1865.
En ese año un médico y
biólogo de origen francés llamado Claude Bernard habló de la necesidad de
mantener las condiciones de vida en el interior del organismo.
Básicamente lo que este
científico quería decir era que se puede garantizar el equilibrio del cuerpo
sin ser alterado por factores externos.
Poco después, en 1907, el
doctor William Howard Hay indicó que enfermedades como la artrosis o el reuma
eran provocados por los altos niveles de acidez, una de las consecuencias de
los cambios en las costumbres alimentarias.
Un siglo más tarde van en
aumento los adeptos de este tipo de alimentación. Estos, como primera medida,
se plantean las costumbres a la hora de comer y analizan qué es vital y qué es
“cultural”.
El objetivo de ingerir
alimentos debería ser nutrirnos y aportar lo que necesitamos, así como también
mantener un pH neutro.
Las comidas que se ingieren
en la actualidad afectan la acidez de la sangre o la orina.
Los alimentos procesados,
con hormonas o químicos conllevan a la enfermedad. En nuestro interior se crea
un entorno perfecto para que los virus, bacterias y patógenos se puedan
reproducir sin problemas.
Una dieta alcalina intenta
disfrutar del cuerpo en su estado natural y en equilibrio. Algunos alimentos
como el queso y la carne roja tiene pH muy bajo, al contrario de las verduras y
el arroz integral.
Las células precisan
hidratación, oxígeno y luz. Esto se consigue con alimentos “limpios” (no tiene
que ver con la desinfección, sino con sus componentes).
¿Qué sucede cuando la dieta
no es alcalina?
Si no consumimos aquellos
alimentos incluidos en la lista de alcalinos se produce lo que se llama
“acidosis” (cuando el nivel de pH es demasiado ácido).
Sumados al tipo de comida
actual, el estrés y los sentimientos negativos son una combinación peligrosa
para nuestro cuerpo.
El organismo debe compensar
este desequilibrio con minerales alcalinos que, en cierto momento, “se acaban”.
Algunas de las consecuencias de la acidosis son:
-Poca absorción de los
nutrientes importantes
-Disminución de la energía
celular
-Menos desintoxicación de los
metales pesados
-Reducción de la capacidad
para reparar células dañadas
-Debilitamiento del sistema
inmunitario
-Aumento de enfermedades y
cansancio
-Se puede decir entonces que
la dieta alcalina es reconstituyente, ya que nos devuelve la salud que hemos
perdido por nuestros hábitos alimentarios “normales”.
Permite un retorno de los
minerales al cuerpo y, por ende, el buen funcionamiento de las células y
órganos.
-Cómo llevar a cabo una dieta
alcalina
-Consume frutas ricas en agua
-Comenzar con este tipo de
alimentación es fundamental aunque, por supuesto, no es algo que se pueda
lograr de un día para el otro.
La buena noticia es que los
cambios y mejoras se observan a los pocos días del inicio de la dieta.
Para disfrutar de una buena
salud es imprescindible que las ingestas incluyan un 60% de alimentos alcalinos
y un 40% de ácidos (por supuesto, no debemos eliminar por completo este grupo).
Sin embargo, al principio se
recomienda una proporción de 80/20 a favor de los alcalinos.
La escala de pH va de 0 a
14. Los niveles por debajo de 7 son ácidos (quiere decir que el cuerpo tiene
poco oxígeno) y es entonces cuando somos más propensos a las enfermedades.
Entre los principales
beneficios de la dieta alcalina podemos destacar la prevención de ciertas patologías
como, por ejemplo, la artritis, las migrañas y cualquier tipo de inflamación.
Además regula los niveles de
calcio en sangre, mejora la salud ósea, muscular y cardiovascular y refuerza el
sistema inmunitario.
Los alimentos alcalinos que
te permiten recuperar la salud están divididos en 6 grupos:
Algas y alimentos con
probióticos
Hierbas, jugos verdes
Frutos secos y semillas
Brotes y legumbres
Frutas y verduras
Verduras de hoja verde
Los dos primeros se deben
consumir escasamente, los dos centrales moderadamente (por ser altos en
proteínas) y los dos últimos generosamente (son fuente de todo tipo de
nutrientes saludables y alcalinos).
Atención, porque dentro de
esos grupos hay algunos alimentos que acidifican el organismo.
Por ejemplo el maíz, los
arándanos, la harina de trigo, los helados y los aceites. En cuanto a las
carnes, son los menos alcalinos que existen.
Por ello se recomienda
evitarlas al igual que los productos de origen animal (lácteos y huevos).
Un párrafo aparte merecen
los jugos verdes, fundamentales en la dieta alcalina. Se elaboran con acelga,
espinaca, maca, brócoli, pepino…. Y todas las combinaciones que deseemos.
Se consumen en cualquier
momento del día y se pueden preparar rápidamente en la licuadora.
¡Son muy ricos y reducen la
acidez del cuerpo!
Este artículo fue realizado gracias a mejorconsalud.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio
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