El colesterol y los
triglicéridos son sustancias lipídicas que, en cierta medida, el organismo
requiere para funcionar en óptimas condiciones.
Ambos participan en procesos
importantes para la salud y hacen parte de las membranas protectoras de todas
las células del cuerpo.
El problema es que su
consumo excesivo a través de algunos alimentos puede conducir a una peligrosa
acumulación en las arterias. A largo plazo, esta puede derivar en trastornos
cardiovasculares que afectan la calidad de vida.
Lo más preocupante es que no
suelen presentarse síntomas contundentes que alerten esta situación, lo cual
dificulta su detección y tratamiento oportunos.
Por fortuna, hay algunos
ingredientes de origen natural cuyo consumo favorece la eliminación de estas
sustancias para impedir que generen complicaciones y enfermedades.
Entre estos nos encontramos
con el prodigioso ajo, un alimento valorado por su alto contenido de nutrientes
esenciales que promueven el bienestar.
A continuación te contamos
cuáles son sus propiedades y cómo añadirlo en remedios para mantener a raya
estas afecciones.
Beneficios del ajo para
controlar el colesterol y los triglicéridos
Combate el colesterol
El ajo es uno de los
condimentos más utilizados en la gastronomía y la medicina natural. Se destaca
por su alto contenido de compuestos antioxidantes que, tras ser absorbidos,
minimizan los efectos negativos causados por las partículas de los radicales
libres.
Cuenta con una sustancia
activa llamada alicina, con propiedades antiinflamatorias y depurativas que
facilitan el control de la hipercolesterolemia y los niveles altos de
triglicéridos.
Ejerce un efecto
vasodilatador y anticoagulante que mejora el paso de la sangre a través del
torrente. Así, favorece la eliminación de las toxinas y evita la acumulación de
plaquetas en las paredes arteriales.
Contiene potasio y una
pequeña cantidad de fibra que apoyan la regulación de la presión arterial
mientras favorecen la digestión de los lípidos.
Cómo utilizar el ajo en el
tratamiento del colesterol y los triglicéridos
Aunque incorporar ajo en los
platos es una forma de aprovechar sus propiedades para el control de estos
trastornos, lo más recomendable es comerlo crudo en ayunas.
Al no someterlo al calor
conserva el 100% de sus nutrientes y brinda muchos más beneficios.
Además, se puede combinar
con otros ingredientes saludables que potencian sus efectos.
Remedio de ajo con aceite de
oliva
Receta del aceite de ajo
La alicina del ajo se une
con los ácidos grasos esenciales del aceite de oliva para brindar un
tratamiento alternativo contra el colesterol alto.
Estos componentes limpian
las paredes arteriales, controlan la inflamación y evitan la oxidación de los
lípidos en el torrente sanguíneo.
Ingredientes
-10 dientes de ajo
-½ taza de aceite de oliva
extra virgen (100 g)
Preparación
-Tritura los dientes de ajo
en un mortero y mézclalos con el aceite de oliva en un frasco de cristal
hermético.
-Ponlos a macerar toda la
noche y empieza a ingerirlo a la mañana siguiente.
Consume una cucharada en ayunas, todos los días.
Remedio de ajo y jugo de
limón
Al combinar ajo con jugo de
limón fresco se obtiene un remedio natural con propiedades desintoxicantes y
antiinflamatorias que promueven la regulación tanto del colesterol como de los
triglicéridos.
Su consumo disminuye la
absorción de estos lípidos y, de paso, mejora la circulación y disminuye los
riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.
Ingredientes
-1 diente de ajo
-4 cucharadas de jugo de
limón (40 ml)
Preparación
-Tritura un diente de ajo y
mézclalo con el jugo de limón.
-Consume el preparado en
ayunas, todos los días.
Remedio de ajo y cebolla
Una infusión con ajo y
cebolla facilita la expulsión del colesterol malo (LDL) y los triglicéridos,
dado que tiene un efecto vasodilatador y desintoxicante.
Ambos ingredientes contienen
compuestos sulfurosos que resultan beneficiosos en el control de las dislipidemias.
Ingredientes
-1 litro de agua
-4 dientes de ajo
-1 cebolla
-El jugo de 2 limones
Preparación
Agrega el agua en una olla
con agua e incorpora los ajos y las cebollas cortados en varios trozos.
-Lleva a ebullición, permite que se cocine durante 15 minutos y retíralo del fuego.
-Cuando esté listo, incorpora
el jugo de dos limones y déjalo enfriar.
-Una vez adquiera una
temperatura soportable para el consumo, toma un vaso.
Lo ideal es ingerir una
primera dosis en ayunas y repetir las tomas dos o tres veces durante la
jornada.
¿Lista para controlar estos trastornos con ajo? Anímate a preparar estos remedios naturales y comprueba que es un gran aliado para mantener estos lípidos en niveles adecuados.
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