El efecto beneficioso se
debe a componentes fitoquímicos tales como los flavonoides -sustancia
antioxidante-, que inhiben la oxidación del llamado “colesterol malo” (ldl),
disminuyendo el riesgo de que éste se deposite en las paredes de los vasos
sanguíneos.
Diversos estudios
epidemiológicos sugieren que una elevada ingesta de frutas y verduras
contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Los jugos
de cítricos, especialmente el de pomelo y naranja, son fuentes importantes de
flavonoides, folato y de vitamina C, por lo que diversas investigaciones han
considerado su importante papel en la salud cardiovascular.
Por otro lado, la vitamina C
y los beta carotenos presentes en cantidades elevadas en el zumo de pomelo,
actúan también como potentes antioxidantes. Además, el ácido fólico reduce los
niveles de homocisteína, un intermediario en el metabolismo proteico, implicado
como factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares.
Para cuidar nuestra salud no
basta con tomar un zumo de pomelo o de naranja al día, sino que debemos seguir
otras recomendaciones de dieta equilibrada. Los expertos sostienen que tomando
de 2 a 4 raciones de frutas variadas y de 3 a 5 raciones de verduras al día,
aseguramos la ingesta de todos los nutrientes cardioprotectores anteriormente
mencionados.
Una mejor opción, ya sea
fresco o en jugo
Al consumirlo fresco
aprovechamos su fibra rica en pectina, que se encuentra principalmente en la
capa blanca que hay justo debajo de la piel y entre los gajos. En zumo o jugo
es una buena alternativa al jugo de naranja o limón. ¡O también se lo puede combinar
con los anteriores!
Por su riqueza en vitamina C
resulta un alimento interesante a incluir en la dieta durante los meses
invernales. Un jugo elaborado con dos pomelos cubre el 100 por cien de las
recomendaciones de esta vitamina, que desempeña funciones tan importantes como
favorecer el buen funcionamiento de las defensas.
Fruta de origen incierto
Al pomelo, el mayor en
tamaño de las frutas cítricas, también se lo conoce con el nombre de toronjo,
toronja o pamplemusa.
No se sabe con exactitud el
origen del pomelo, aunque numerosas investigaciones señalan que se trata de un
cruce natural entre el naranjo dulce y el pummelo. Producido en Barbados, en
las Indias Occidentales, desde allí su cultivo se extendió por todo el Caribe y
posteriormente a los Estados Unidos, donde comenzó su producción a gran escala.
Hoy en día, el cultivo de
pomelo se lleva a cabo en numerosos países tropicales y subtropicales y su
producción mundial supera las 3,8 millones de toneladas.
Múltiples variedades del
pomelo o toronja
Las distintas variedades se
clasifican según la tonalidad de su pulpa. Las variedades blancas o comunes son
las que tienen la pulpa de color amarillo. A pesar de ser las más cultivadas,
están siendo desplazadas por las variedades pigmentadas. Éstas últimas dan
pomelos con la pulpa de tono rosa y rojizo y deben su color al pigmento
licopeno. Su popularidad y consumo se ha incrementado en las dos últimas
décadas en muchos países. El llamativo color sólo se produce si las
temperaturas de cultivo son elevadas.
El pomelo combina la forma
de una naranja grande y el color amarillo de un limón, aunque también existen
variedades de color verde, semejante a la piel de la lima.
La tonalidad de la pulpa de
los pomelos es variada y atractiva. Va desde el color amarillo, al rojo,
pasando por el anaranjado. El contenido en carotenoides, pigmentos que le
confieren el color anaranjado-rojizo, será mayor cuanto más oscuro sea el tono
de la pulpa, independientemente del color de la piel. Los carotenoides se
destacan en el campo de la nutrición por su función antioxidante, y por esto
ejercen una acción preventiva en la enfermedad cardiovascular.
Curiosidades
En ocasiones se confunde el
pomelo con el pummelo -Citrus grandis Osbeck-, un árbol que proporciona unos
frutos muy similares pero de mayor tamaño, incluso de varios kilos. Éstos son
frutos excesivamente ácidos y a nivel internacional tienen escaso valor
comercial, aunque son muy apreciados en el lejano Oriente. Existe otro árbol,
el cidro -Citrus medica L.-, cuyos frutos también son conocidos como toronjos o
toronjas en muchos países, lo que puede llevar a confusión.
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