Hablar de diuréticos suele
asociarse a dietas para bajar de peso o al consumo de infusiones que ayudan a
liberar toxinas del cuerpo. Pero, ¿realmente ayudan a bajar de peso?
Aunque ambos conceptos
tienen parte de verdad, hay mucho más sobre usos terapéuticos, ventajas y
desventajas que ofrecen al ser humano. Desafortunadamente se suelen tomar a la
ligera o se ignoran.
¿Qué son los diuréticos?
Un diurético es un elemento
natural o de laboratorio que aumenta la secreción de orina por los riñones, de
manera que favorece la pérdida de sales y agua de la sangre, a la vez que
acelera la eliminación de sustancias dañinas generadas por el organismo a
través de sus diferentes funciones.
Este hecho no es
extraordinario, sino bastante común en cualquier individuo, ya que muchos de
los alimentos que se consumen cotidianamente poseen elementos que estimulan
suavemente la generación de orina. Lo que es motivo de análisis más profundo es
que existen diuréticos mucho más fuertes que generan considerable pérdida de
líquidos y que, a pesar de que su uso primario es exclusivamente terapéutico,
son mal empleados por personas y atletas obsesionados por bajar de peso.
¿Se baja de peso utilizando
diuréticos?
Sí, pero no disminuye el
volumen de grasa excedente, sino de agua. Este hecho es de enorme consideración
para evitar el principal problema derivados del abuso de estos productos, sean
naturales o sintéticos: muchas personas recurren a ellos para reducir tallas de
manera “rápida y efectiva”, sin saber que sólo obtienen resultados momentáneos,
los cuales generan terribles trastornos a su organismo. Para comprender mejor
esta situación, resulta muy ilustrativo conocer algunos casos extremos.
Listado de alimentos
diuréticos
Agua: Tomarla en cantidades
adecuadas (2 litros al día) la convierte en uno de los diuréticos más
efectivos, ya que previene infecciones urinarias y la formación de cálculos
renales (acumulación de minerales que se cristalizan y forman piedras en el
riñón). Se recomienda consumirla en ayunas, pues colabora al buen
funcionamiento intestinal, mientras que tomarla en exceso puede ser perjudicial
si se tienen problemas en los riñones.
Espárrago: Es un diurético muy
efectivo, gracias a su alto contenido en fibra. Pruebe tanto con el blanco como
con el verde, y verá que además de ayudar a su tránsito intestinal, es muy
bueno para la piel. Aunque nuca se llegó a demostrar, se cree que el espárrago
tiene también efectos afrodisíacos.
Melón: Es excelente
diurético natural, sobre todo por su contenido de agua. Conviene ingerirlo en
jugo o solo para lograr que limpie al organismo de toxinas.
Sandía: Es otra fruta con
alto contenido de agua (hasta 94% de su peso se debe a dicho elemento), por lo
que es potente agente diurético, muy adecuado para enfermos del corazón y de
riñón. Como el melón, es rica en vitamina A, carbohidratos y potasio.
Granada: También tiene
propiedades diuréticas, además de que favorece el buen funcionamiento del
hígado.
Mango: Además de
proporcionar considerable cantidad de vitaminas, minerales e incluso proteínas,
tiene suaves cualidades laxantes y diuréticas.
Calabaza: Permite eliminar
algunos minerales en la sangre, por lo que ayuda a desalojar líquidos a través
de la orina. Se la emplea de manera común y en dietas para personas con presión
arterial alta.
Semillas o pepitas de
girasol: También tienen la capacidad de eliminar minerales y agua, sólo para
que logren su efecto se deben consumir sin sal.
Levadura de cerveza: Son
hongos microscópicos ricos en proteínas y vitaminas del grupo B que,
igualmente, favorecen la generación de orina. Se los suele recomendar a personas
que padecen diabetes e hipertensión.
Arroz: Esta semilla, sobre
todo cuando se consume con cascarilla (integral) posee efectos positivos sobre
la presión arterial elevada, ya que favorece la eliminación de líquidos.
Tomate: Es un alimento muy
rico en vitaminas y minerales, sobre todo en vitamina C, que entre otros muchos
beneficios, colabora en la metabolización de grasas. Puede darle color a tu
ensalada con unas rodajitas de tomate, o untarlo en tu ración de pan, tomarlo
en gazpacho. Tiene mil posibilidades para adherirlo a tu dieta, escoja la suya.
Alcachofa o Alcaucil: Al
incorporarlo en cantidades equilibradas a su alimentación, estimula su función
renal y además ayuda a bajar el colesterol.
Vinagre de Manzana (no
refinado): Debido a su gran aporte de Potasio, resulta un buen diurético y
alcalinizante de la sangre. También dispone de ácido acético, que ayuda a
combatir el estreñimiento y es un buen depurativo intestinal ya que las
bacterias malignas responsables de los gases y putrefacciones mueren ante su
contacto.
Ideal para personas con digestiones
lentas e hinchazones abdominales. Efecto depurativo y remineralizante.
Otras opciones: También
existen otros alimentos sanos para eliminar líquidos retenidos como los
repollitos de Bruselas. Contamos también con el jugo de arándanos o cerezas,
que mantiene los niveles de PH en la orina optimizando la función de los
riñones. El ajo, el jugo de limón y el melón (rico en agua, potasio y sodio)
también contribuyen al correcto funcionamiento del sistema urinario.
Ayuda para bajar la presión:
Estos diuréticos parte de la
medicina natural funcionan haciendo que los riñones segreguen más sodio en la
orina. Allí el organismo balancea esta concentración excesiva de sodio
añadiendo más agua a la orina proveniente de la formación de la sangre. Al
eliminar líquidos retenidos, las venas tienen menos presión sobre sí y menos
cantidad de líquido recorriéndolas, por consiguiente, menos presión sobre las
paredes arteriales.
Diuréticos herbales
-Flor de jamaica (Hibiscus
sabdariffa)
-Té verde, blanco, negro y
rojo (Camelia sinensis o Thea sinensis)
-Semillas y tallos de Diente
de león (Taraxacum officinale Weber)
-Pelo de elote (Zea mays)
-Hojas y tallos de Cola de
caballo (Equisetum Arvense)
-Café o semilla de cafetal
(Coffea arabica)
-Cacao o semilla de cacaotero
(Theobroma cacao)
-Hojas de abedul (Betula
alba)
-Flor de linaria (Linaria
vulgaris)
-Flor de acedera o aleluya
(Oxalis acetosella)
-Hojas de boldo (Peumus
boldos)
-Hojas de limón (Cymbopogon
citratos)
-Raíz de caña (Arundo donax)
-Hojas de ulmaria o reina de
los prados (Spiraea ulmaria)
-Tallos y hojas de trébol de
olor o meliloto (Melilotus officinalis)
-Flores, tallos y hojas de
Hierba de San Juan (Hypericum perforatum)
-Hojas de albahaca de río
(Parietaria Officinalis)
-Hojas de perifollo
(Anthriscus cerefolium)
-Hojas y raíz de cilantro
(Coriandrum sativum)
-Hojas de perejil
(Petroselinum sativum)
-Hojas de saponaria
(Saponaria officinalis)
-Planta Hercampuri
(Gentianella alborosea)
-Efectos secundarios de las
hierbas naturales
Cabe señalar que aunque algunas infusiones suaves (manzanilla, canela, hierbabuena) dan la impresión de estimular la emisión de orina, lo cierto es que deben esto más al agua que a sus propiedades En contraparte, se estima que, como regla general, entre más amargo sea el sabor de una bebida diurética, más fuerte es la concentración de principios activos, por lo que debe tomarse en menores cantidades.
En efecto, los especialistas
en herbolaria indican que los diuréticos naturales no son del todo inofensivos,
ya que su abuso puede alterar el equilibrio de los componentes de la sangre y
ocasionar debilidad, calambres, estreñimiento, náuseas, vómito, aumento del
ácido úrico (responsable de dolor articular) y de niveles de azúcar en la sangre
(pueden agravar la diabetes). Todavía más delicado es emplear dos o más hierbas
combinadas, ya que tal cantidad de sustancias puede provocar alteraciones en el
sistema nervioso, deshidratación e incluso padecimientos en la glándula
tiroides, la cual es responsable de coordinar múltiples funciones orgánicas.
Mal uso de los diuréticos
Cuando los desórdenes
psicológicos y nutricionales se encuentran en sus etapas iniciales, las
personas afectadas, principalmente mujeres, comienzan por alejar de su dieta
los productos que contienen demasiadas calorías. Lo grave es que cuando el mal
va en aumento recurren al vómito o a diuréticos y laxantes para bajar tallas,
hecho que en combinación con pobre alimentación genera deshidratación y pérdida
de varios componentes minerales esenciales, como potasio, calcio, magnesio y
fósforo. El resultado de esta situación es catastrófico para el funcionamiento
del organismo, ya que se presentan:
-Desequilibrio
hidroelectrolítico
-Cardiopatía
-Anormalidades reproductivas
y hormonales
-Pérdida de masa ósea.
Asimismo, algunos atletas
caen en la tentación de dar mal uso a los diuréticos, ya que la pérdida
acelerada de peso les permite competir en categorías con contrincantes de menor
peso, donde piensan que pueden ser más competitivos. Además, estos medicamentos
les ayudan a pasar las pruebas de detección de drogas (antidopaje), al diluir
su orina.
Quizá de más está decir que
cuando los diuréticos se consumen en dosis elevadas, como lo hacen algunos
deportistas, los efectos son devastadores: la alta exigencia física les lleva a
sufrir en el corto plazo calambres musculares, agotamiento, disminución en la
habilidad para regular la temperatura corporal, deficiencia de potasio y
arritmias cardiacas.
Como es de apreciarse, este
tipo de problemas deben ser atendidos por un nutricionista en equipo con
psiquiatra o psicólogo, ya que el individuo afectado necesita ayuda para dejar
de atacarse a si mismo, mejorar el concepto que tiene de la vida y para hacer
frente a los estereotipos de belleza y de éxito que se le imponen en su entorno
inmediato.
Indicaciones finales: Considere
que los diuréticos cumplen una importante función en el tratamiento de algunas
enfermedades, y que su uso debe ser supervisado por un médico. Desconfíe de
quien le recomiende estos productos para bajar rápidamente de peso. Ya conoce
las consecuencias en su organismo y lo efímero de sus resultados.
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Muchas gracias por tu aporte, yo he querido probar el agua de pingüica como remedio diurético porque me lo han recomendado mucho
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