Los frutos de cultivo
ecológico no usan pesticidas, herbicidas o fertilizantes, pero tampoco ofrecen
diferencias nutricionales con los clásicos.
Se denomina frutas orgánicas
o ecológicas a aquellas que han sido obtenidas mediante la agricultura
ecológica. Esta forma de agricultura se basa en el uso de métodos de
explotación respetuosos con el medio ambiente, y es menos intensiva que la
agricultura convencional.
Las propiedades de la fruta
Alimento base de la dieta
mediterránea, las frutas tienen, generalmente, un aporte calórico bajo, ya que
el 90% de su peso está compuesto por agua. Su riqueza en fibra las hace ideales
para incluirlas en dietas de control de peso al brindar sensación de saciedad,
además de ayudar a prevenir el estreñimiento y controlar los niveles de
colesterol.
Ricas en vitaminas,
minerales y antioxidantes, el consumo de frutas es una excelente manera de
ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, degenerativas, y cáncer.
Estas propiedades son
iguales para las frutas orgánicas como para las de cultivos tradicionales,
aunque quienes defienden la cultura orgánica afirman que las frutas que
proceden de ésta contienen más principios nutritivos. Sin embargo, esta
afirmación aún debe ser demostrada, ya que no existe ningún estudio científico
y concluyente al respecto.
¿Qué son las frutas
ecológicas?
Se consideran frutas
ecológicas a todas las que proceden de la agricultura ecológica, también
conocida como agricultura biológica u orgánica.
Con métodos de explotación
menos extensivos e invasivos, la agricultura ecológica no utiliza elementos
químicos como fertilizantes inorgánicos, plaguicidas o antibióticos, ni
semillas transgénicas o modificadas genéticamente. Se recurre a técnicas integradas
en el sistema agrario que contribuyen a preservar las especies y variedades
autóctonas y la diversidad biológica, tanto agrícola como silvestre. Por lo
tanto, se puede deducir que la agricultura ecológica, y los productos obtenidos
a partir de ella, como las frutas ecológicas, son más saludables para el
consumidor y menos perjudiciales para el medio ambiente, ya que los residuos de
los abonos inorgánicos y de los pesticidas contaminan tanto el agua como la
superficie de cultivo. Sin embargo, esto no quiere decir que los alimentos
procedentes de la agricultura tradicional sean perjudiciales para la salud del
consumidor, ya que se establecen límites legales para la presencia de los
residuos de pesticidas, calculados con un margen de seguridad.
Ventajas e inconvenientes
frente a las frutas convencionales
La principal ventaja que
presentan las frutas orgánicas es la ausencia de restos de pesticidas de
síntesis. Además, este tipo de cultivos disminuye la contaminación de las aguas
subterráneas y de los suelos gracias a la utilización de fertilizantes
orgánicos de baja solubilidad empleados en cantidades adecuadas. Por otro lado,
la agricultura ecológica provoca un aumento de la biodiversidad, dado que es
una producción que utiliza como una de sus herramientas la biodiversidad
natural. Hay que tener en cuenta que en el ámbito local, así como en el medio
rural, produce importantes beneficios gracias a que se requiere mayor mano de
obra que en una producción convencional.
Sin embargo, a la hora de
adquirir tanto frutas como cualquier otro alimento ecológico, se presenta el
inconveniente de que su apariencia física, es decir, su color, brillo, tamaño,
etc, son de calidad inferior, por lo que resultan menos atractivos. Más
determinante es el inconveniente que presenta su periodo de conservación o vida
útil, inferior a la de los alimentos convencionales en la mayoría de casos. Por
último, debido a que los sistemas de producción son más lentos y a que las
necesidades de mano de obra son mayores, su precio es más alto que los
convencionales.
Evolución del consumo de
frutas ecológicas
El consumo de frutas
ecológicas, así como el del resto de alimentos procedentes de la agricultura
ecológica se encuentra en una fase bastante modesta. En el año 2003 las frutas
ecológicas constituyeron un 7% del total de las frutas consumidas.
Sin embargo, se está
produciendo un crecimiento notable tanto en la producción como en la demanda de
este tipo de productos; y aunque en la actualidad el sector de la agricultura
ecológica ocupa un espacio reducido dentro del mercado, se espera que tenga
lugar un crecimiento importante a corto o medio plazo. Este esperado
crecimiento se debe a que la población está cada día más preocupada por
proteger su salud, además de por el cuidado del medio ambiente, lo que hace que
gran parte de los consumidores comience a interesarse por este tipo de
alimentos.
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