Frágiles, amarillentas o con manchas blancas: cuáles son las anomalías y problemas más frecuentes de las uñas
Una uña saludable debería ser de color rosado, con un
toque más blanquecino cerca de la base.
Las uñas saludables tienen un color rosado. |
Pero
a veces las uñas sufren alguna alteración o anomalía, que puede deberse a
múltiples causas.
"Siempre
que se observe una alteración de la uña que no mejore de forma espontánea, es
recomendable ir al médico", le dice a BBC Mundo la doctora Leire Aguado,
dermatóloga de la Clínica Universitaria de Navarra (España).
"La
alteración más común de las uñas es que se vuelvan frágiles", explica
Aguado.
A
medida que envejecemos, tienden a volverse quebradizas.
Y con
el paso de los años, muchas se debilitan debido al contacto continuado con el
agua o con productos químicos como detergentes o esmaltes.
Por
eso, es recomendable usar siempre guantes para cualquier actividad en contacto
con el agua y aplicar con frecuencia crema hidratante, explica el Servicio
Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) en su página web.
Las estrías verticales son bastante comunes con la edad y no deben ser causa de preocupación. |
Si
la uña está debilitada, puede fortalecerse con suplementos de vitamina B7.
Con
la edad pueden aparecer también estrías verticales, desde la cutícula hasta el
final de la uña.
Las
estrías verticales son bastante comunes y no hay que preocuparse por ellas.
No
hay un tratamiento específico para las estrías, aunque sí existen algunos geles
cosméticos que aportan uniformidad a la uña.
Hongos y psoriasis
Pero
no siempre la edad es la causa de que nuestras uñas se vuelvan quebradizas o
frágiles.
Otro
factor común es el déficit de vitaminas o minerales.
"En
estos casos, la debilidad de las uñas suele ir acompañada de la pérdida de
cabello", dice Aguado.
Con la edad, las uñas se vuelven quebradizas y también puede aparecer sequedad. |
Si las uñas presentan alteraciones de color, como por ejemplo verse amarillentas, las causas más comunes suelen ser las infecciones por hongos.
Mucha
gente desarrolla una infección por hongos o bacterias en algún momento de su
vida.
Estas
infecciones no suelen ser graves, aunque pueden ser incómodas y difíciles de
tratar.
Las
infecciones por hongos se desarrollan poco a poco y provocan que la uña se
vuelva descolorida, amarillenta, engrosada y distorsionada.
Esto
es más común en las uñas de los pies que en las de las manos.
Las infecciones causadas por hongos pueden dejar las uñas descoloridas, amarillenta, engrosada o distorsionadas. |
El
nombre médico para estas infecciones es onicomicosis y la mejor forma de
prevenirlas es lavar adecuadamente los pies, secándolos bien e intentando que
permanezcan secos a lo largo del día.
Otro
tipo de infecciones son las causadas por bacterias, hongos o virus herpes que
infectan la piel que rodea la uña debido a cortes o fisuras en la cutícula, por
ejemplo.
Esta
condición, denominada paroniquia, puede ser aguda, si se desarrolla en solo
unas horas, o crónica, cuando dura más de seis semanas.
En
cuanto a la psoriasis, esta afección provoca que las uñas se vuelvan amarillas
o que se vuelvan frágiles.
"También
puede hacer que las uñas aparezcan picadas", afirma Aguado.
De
hecho, según la página web del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS),
entre el 10 y el 50% de los pacientes con psoriasis presentan también uñas
picadas.
Traumatismos
Una
de las causas de que la uña esté alterada en su forma puede ser un traumatismo.
A menudo, las uñas reciben pequeños golpes contra el zapato durante la vida
diaria.
Las uñas picadas son comunes en personas con psoriasis. |
Esto
hace que, al cabo del tiempo, la uña se vuelva muy gruesa y adopte una forma
rara.
"Al
final, la uña puede sufrir un cambio total", le explica a BBC Mundo la
doctora Aguado.
Esto
suele suceder en el dedo gordo del pie o en el dedo que más sobresale.
Los
microtraumatismos pueden suceder también al practicar algunos deportes como
correr o tenis, y generar rayitas violáceas o amarillentas, afirma el doctor
Vicente Delgado, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología y
Venereología, en un artículo disponible en la página de la academia.
Otra
causa frecuente de alteraciones en la forma es el liquen plano, una enfermedad
de la piel que puede afectar a diversas áreas del cuerpo, como el cuero
cabelludo o las uñas.
La
Alopecia areata, una condición que provoca caída del cabello, puede también
causar una apariencia de uñas picadas o con abolladuras.
Uñas con manchas blancas
En
ocasiones surgen manchas blancas en las uñas, una condición que se llama
leuconiquia y que se debe a la decoloración de la lámina ungueal.
"La
leuconiquia tiene algunas variantes", le explica a BBC Mundo por correo
electrónico Julio Sartori, dermatólogo de la Clínica Mayo, en Estados Unidos.
Las
manchas pueden ser como pequeños puntos blancos, en uno o varios dedos, un
fenómeno asociado con pequeños golpes o mordeduras de la uña que suele
desaparecer al cabo de unos meses y es más frecuente en niños.
O
puede tratarse de líneas blancas trasversales, cuyas causas más frecuentes son
traumatismos, como golpes o la manicura.
No
tiene tratamiento, salvo esperar que crezca la uña.
Si
las manchas son difusas y la decoloración es completa, esto puede estar
asociado a condiciones hereditarias y es un fenómeno muy poco frecuente.
Enfermedades más graves
Con
menos frecuencia, las anomalías en las uñas pueden ser consecuencia de una
enfermedad más grave.
Uñas con líneas de Beau. |
La
aparición de líneas profundas que van de izquierda a derecha de la uña,
conocidas como líneas de Beau, pueden ser el resultado de una enfermedad previa
o surgir como consecuencia de la quimioterapia.
Algunas
condiciones asociadas con estas líneas son la diabetes u otras enfermedades vinculadas
a fiebres elevadas.
Los
problemas de la glándula tiroides se han asociado con fragilidad de las uñas.
Las
uñas amarillentas se han asociado con enfermedades como la bronquiectasia (una
enfermedad pulmonar), la sinusitis, la tuberculosis, la ictericia o el
linfedema.
Cuando
las uñas son mitad blancas, mitad marrones, esto puede ser una señal de fallo
renal, aunque el vínculo entre ambos no está bien entendido científicamente.
Una
teoría, según el NHS, es que el fallo renal produce cambios químicos en la
sangre que provocan que se libere melanina al lecho ungular.
En
Reino Unido se estima que hasta el 40% de personas con fallo renal tiene este
tipo de uñas.
Otra
condición muy poco frecuente son las uñas de Terry, que aparecen blancas con
una punta enrojecida y están vinculadas con muchas enfermedades, como la
cirrosis o la anemia.
La
anemia por falta de hierro está asociada también con las conocidas como uñas
cuchara, o Coiloniquia.
Fuente: el post completo y original lo puedes encontrar en bbc.com
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