Escrito por Eva Maria Rodrìguez
El efecto de la oxitocina,
al igual que otros productos químicos de señalización cerebral, es más
dependiente de los cambios que en sus niveles absolutos. La oxitocina nos ayuda
a responder adecuadamente a las demandas de nuestro entorno social y a la
situaciones críticas al variar su concentración en diferentes zonas del
cerebro.
Por lo tanto, más que
centrarse en los niveles de oxitocina en general lo que hay que preguntarse
cómo conseguir estos cambios en momentos concretos para beneficiarse de sus
efectos. En algunas situaciones, como las relaciones sexuales o el parto, se
libera oxitocina de forma natural.
Sin embargo, hay otras
muchas formas de conseguir un aumento de los niveles de esta hormona para
reducir el estrés y sentirse mejor. Además, los estudios demuestran que cuanto
más oxitocina se libera, más fácil será para hacerlo, lo que significa que
actuando de las maneras que veremos a continuación será cada vez más fácil
sentirse bien, incluso cuando la adversidad, el dolor y el estrés acechen.
El contacto físico
La oxitocina desencadena un
sistema de recompensas que activa y desactiva cuando estamos en las relaciones
amorosas. Es bien sabido que las relaciones sexuales aumentan los niveles de
oxitocina. Sin embargo, en los hombres solo se libera cuando tienen un orgasmo
con alguien con el que tienen un vínculo emocional.
Pero no solo el contacto
físico derivado de las relaciones sexuales aumenta los niveles de oxitocina. En
general, los abrazos, besos y caricias ayudan a aumentar los niveles de
oxitocina rápidamente. Y para esto no hace falta mantener relaciones sexuales, ni
siquiera pareja. Abrazar, acariciar y besar es algo que puedes hacer con
amigos, familiares e incluso mascotas.
Las palabras de aliento
Cuando alguien nos hace un
cumplido, nos anima o nos consuela nos sentimos bien con nosotros mismos. Estas
palabras de aliento nos hacen sentir queridos y valorados. Esta forma de
sentirse bien también aumenta cuando somos nosotros los que ofrecemos esas
palabras de aliento a otros.
Las palabras son una
poderosa arma para sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás. Pueden
transmitir bondad, compasión y amor. Además, nos conectan con los demás,
haciendo que los niveles de oxitocina aumenten en ambas partes.
Escuchar a los demás
Escuchar es una forma
increíble de aumentar la oxitocina. Todo el mundo quiere sentirse reconocido. A
todos nos gusta saber que estamos siendo escuchados y aceptados. Cuando estás
presente en el lugar físico en el que te encuentras y escuchas al otro se
produce una conexión entre ambos. Escuchar atentamente, evitando todo tipo de
distracciones, ofrece un sentido de recompensa inigualable.
Escucha con los ojos, sin
estar pendiente del móvil o de cualquier otra cosa. No practiques la multitarea
cuando alguien requiera tu atención. Presta todo tu atención a la persona que
te está hablando. Mírale a los ojos mientras escuchas lo que esa persona te
esté diciendo.
Meditación
La meditación relaja cuerpo
y mente, permitiendo que la mente se libere del estrés. Está asociada en el
esquema cultural que manejamos como una tradición con raíces profundas en la
tradicional oriental, sin embargo esto no significa que nosotros no nos podamos
beneficiar de su poder.
En la cultura occidental la
palabra meditación viene del latín meditatĭo que originalmente indicaba un tipo
de ejercicio intelectual. En este sentido, la meditación es un valioso
instrumento para la relajación, tanto de cuerpo como de mente. Así, al no estar
en una situación de lucha o huida, la oxitocina se libera. Este equilibrio
disminuye la presión arterial y desbloquea los sentidos.
“La meditación y la oración
alimentan el alma”
-Og Mandino-
Ejercicio
El ejercicio no sólo sirve
para mantener el cuerpo sano. Con el ejercicio y la actividad física aumentan
las endorfinas y también la oxitocina y favorece la llegada del oxígeno llega
al cerebro y a otras partes del cuerpo. La cantidad de hormonas que se liberan
en el cerebro son también beneficiosas.
Para hacer ejercicio y
obtener todos estos beneficios no hace falta ir al gimnasio ni salir a correr o
a montar en bicicleta si no se desea o no se puede. Salir a caminar o hacer
ejercicio moderado en casa es suficiente para conseguir una liberación de
oxitocina y sentirnos mejor rápidamente.
Llorar
Los estudios han demostrado
que el control defensivo de nuestras emociones disminuye los niveles de
oxitocina. La acumulación de energía que produce el encarcelamiento de nuestros
sentimientos hace que el estrés se instale en nuestras vidas y que los problemas
físicos empiecen a aparecer.
El llanto precisamente es un
acto de liberación de esta energía. Piensa en cómo te has sentido después de
esas veces en las que parecía que no podías parar de llorar, tan relajado como
si hubieras hecho una hora de meditación o de ejercicio moderado. Por lo tanto,
los efectos que hemos descrito sobre los niveles de oxitocina serían similares
a los descritos en los apartados anteriores.
“Las lágrimas desinfectan el
dolor”
-Ramón Gómez de la Serna-
Ser generoso dando algo a
otros
Nos sentimos bien cuando
damos y cuando nos damos. Ser generoso y caritativo, así como ofrecer nuestro
tiempo a los demás de forma desinteresada hace florecer la gratitud y la
conexión con los demás, liberando grandes dosis de oxitocina.
Otro gesto generoso que
libera oxitocina es hacer un regalo a alguien de corazón. Un detalle para el
que no es necesario contar con la excusa de un gran logro o la celebración de
un aniversario. Lo que realmente desata la liberación de oxitocina es el hecho
de pensar en la otra persona con cariño y con ganas de agradarle.
Comentarios
Publicar un comentario